Estas reuniones son una buena oportunidad para afianzar la relación con los jefes, compañeros de trabajo e incluso clientes. Para lograrlo, además de disfrutar el evento, hay que considerar ciertos protocolos que nos ayudarán a tener un buen desenvolvimiento y encuentro productivo.
- Lo primero que tendrás que pensar es en la ropa que vas a usar. No olvides que el evento se lleva a cabo dentro del contexto profesional y tu imagen debe ser congruente con lo que deseas proyectar. Caer en exceso de creatividad o excentridades en la vestimenta sin duda te hará destacar, pero no necesariamente por las razones correctas. Respeta tu estilo personal, pero toma en cuenta el tipo de evento, grado de formalidad, lugar y horario para determinar las prendas, colores, accesorios y maquillaje (en el caso de las mujeres).
- La puntualidad es importante siempre, ya sea en reuniones de trabajo o en las de tipo social (convivencia). Sé previsor y sal con tiempo para evitar problemas de tráfico y estacionamiento. Del mismo modo, no seas el último en irte, sobre todo, si al día siguiente debes ir a trabajar.
- Este tipo de eventos suele ser una buena ocasión para entablar nuevas relaciones entre compañeros o afianzar las que ya tienes. Deja que esto fluya de manera natural, no fuerces conversaciones, procura cercanía pero tampoco te excedas en confianza con la gente de quien no eres tan cercano.
- Evita utilizar el celular durante la cena y no lo pongas sobre la mesa durante los alimentos. Es una falta de respeto darle más importancia a lo que ocurra en las redes sociales, los mensajes de texto o a las llamadas inesperadas, que a los amigos o colegas reunidos. Evita compartir fotos o videos sin la autorización de quienes aparecen en ellos; recuerda que publicar sin preguntar a los involucrados es una manera de invadir su privacidad.
- Una vez que te sientas cómodo y empieces a hablar con tus compañeros de trabajo, elige bien lo temas a tratar. Lo más adecuado es hablar de intereses comunes o de actualidad, de preferencia evita hablar de problemas de trabajo, quejas o aquello que pueda crear polémica, como política o religión.
- En ocasiones, la diversión, confianza, desenfado o la bebida, hacen que perdamos noción de las consecuencias que tiene expresar comentarios negativos, burlas o críticas respecto a otras personas de la empresa. Sé discreto, evita este tipo de conversaciones; no digas cosas que te pongan en situaciones comprometedoras, difíciles o de desprestigio, recuerda siempre que es tu entorno profesional. La integridad siempre nos debe acompañar y estos son momentos para disfrutar, compartir y agradecer.
- Cuidado con la bebida, tendrás que saber medirte a la hora de la ingesta de alcohol. El autocontrol será un punto a tu favor. Hay que beber con moderación, primero por cuestiones de salud, y también, más no menos importante, por cuestiones de relación e imagen.
- Es importante saber cuándo marcharte. Estos eventos sólo tienen la misión de reunirse alrededor de la comida para poder afianzar los lazos entre los compañeros de la empresa. Si quieres seguir la fiesta, puedes quedar con tus compañeros más cercanos y hacerlo en otro sitio.
- Sé agradecido respecto al evento. Tal vez no sea lo que esperabas, o quizá supere tus expectativas, pero siempre un «gracias» al despedirte hará que quedes como alguien educado ante los anfitriones y organizadores.