Estás en medio de la mejor fiesta del año, tus amigos más cercanos están ahí, suena tu canción favorita, cuando de repente escuchas un “pop” dentro de uno de tus oídos y te percatas que ya no estás escuchando nada de un lado. No entiendes qué sucede, piensas que es producto del exceso de ruido; sin embargo, al otro día la sensación de sordera no cesa…
Esta sensación es una hipoacusia neurosensorial súbita, mejor conocida como sordera súbita. Ésta se produce de forma rápida e inexplicable y puede suceder de forma instantánea o en el transcurso de algunos días, frecuentemente solo afecta a uno de los oídos y ocurre porque algo dejo de funcionar en los órganos sensoriales del oído interno.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación de Estados Unidos (NIDCD, por sus siglas en inglés), se calcula que este tipo de sordera afecta entre una y seis personas de cinco mil. La sordera súbita afecta con mayor frecuencia a los adultos entre los 45 y 55 años.
La sordera súbita se cataloga de esta manera debido a que es de más de 30 decibeles y aparece en menos de 72 horas muchas veces en pacientes que no habían presentado problemas en su audición. Una pérdida de este número de decibeles equivaldría a escuchar una conversación normal como si fuera un susurro, con base en la información NIDCD.
Son varios los trastornos que afectan el oído los cuales pueden causar sordera súbita, pero solo el 10 por ciento de las personas diagnosticadas tienen alguna causa identificable. Los más populares son: infecciones, trauma en la cabeza, enfermedades autoinmunitarias, exposición a ciertos medicamentos, problemas de circulación en la sangre, trastornos neurológicos, como la esclerosis múltiple y trastornos del oído interno, como la enfermedad de Ménière, entre otros.
Dos de las posibles soluciones para quienes presentan hipoacusia neurosensorial súbita son el implante de oído medio, donde se estimulan las estructuras del oído medio y así se pueda proporcionar una percepción del sonido en las altas frecuencias en los casos de que la hipoacusia sea de leve a severa, mientras que para los pacientes con pérdida de severa a profunda el implante coclear es la opción donde se ayudará a restaurar el sentido de la audición. Este tipo de implante es el único dispositivo médico capaz de sustituir a un sentido.