Estamos disfrutando del verano en todo su esplendor, pero debemos tener cuidado cuando nos exponemos a altas temperaturas o al sol, ya que puede desencadenar una serie de padecimientos adversos en nuestra salud que nos pueden poner en riesgo.
Podemos confundir los términos “Golpe de calor” e “Insolación” creyendo que significan lo mismo y no es así, por ello te explicaremos en qué consiste cada uno y los síntomas que puedes presentar.
El golpe de calor es aquél que se produce cuando estamos en un ambiente muy cálido sin estar expuestos directamente bajo los rayos del sol, puede comenzar a manifestarse después de dos días bajo las mismas condiciones. En este caso nuestro cuerpo empieza a incrementar su temperatura superando los 40°C y no puede autorregularse comenzando a presentar la siguiente sintomatología:
- Dolores articulares y/o musculares.
- Sensación de falta de aire.
- Dolor de cabeza.
- Taquicardia
- Hinchazón en algunas partes del cuerpo, principalmente piernas.
- Sudoración excesiva.
Por otra parte, la insolación se produce por exponernos directamente a los rayos del sol durante tiempo prolongado, empeora este riesgo bajo estas condiciones si realizamos alguna actividad física agotadora o usamos ropa que imposibilite la transpiración de forma constante. Los principales síntomas que se manifiestan en este padecimiento a partir de los 40°C son:
- Dolor de cabeza.
- Mareos
- Fuerte debilidad generalizada en el cuerpo.
- Bradicardia
- Quemaduras solares de primer grado.
- En casos graves, convulsiones.
Si tú o alguien cercano a ti presentan dos o más síntomas de estos padecimientos inmediatamente comienza a hidratarle, colóquense en un lugar ventilado y a la sombra con ropa fresca. Si no hay mejora en máximo 45 minutos deben, acudir inmediatamente al médico.