Cuatro mujeres se mueven en un espacio modernista, sobre suelos de espléndidas incrustaciones de mármol, en un vídeo que presenta la colección. Son cuatro personajes distintos, o tal vez distintas personalidades de una misma mujer captadas en un mismo momento: la historia, formada por gestos, movimientos y colores, es fluida.
Tod’s explora las habilidades manuales y la artesanía en una búsqueda interminable de mejoras, trabajando en un repertorio de prendas clásicas, crea nuevos objetos en los que se mezclan los arquetipos. Esta temporada de frío, el mundo de la ropa deportiva se encuentra con la voluptuosa feminidad de la alta costura, sin sacrificar la función y la utilidad. El resultado son prendas icónicas con nuevos volúmenes y detalles inesperados para todas las funciones y ocasiones.
Las gabardinas ribeteadas en piel, llevadas sobre pantalones de punto, se anudan en la parte delantera con un gesto inmediato, o tienen volantes en el cuello que crean capas a modo de hombros. Las camisas tienen lazos largos. Acolchados recorren las chamarras nórdicas de cuero recortadas, los vestidos hasta la rodilla y los abrigos dibujan una silueta sinuosa. La sastrería tiene una facilidad rebelde, mientras que la piel de oveja se usa para un abrigo, pero también para un sombrero. Sombreros fuera de escala completan los looks, evocando un accesorio de una época pasada. El perfil de las gafas de sol está enmarcado íntegramente en piel.
Más accesorios
Los accesorios aportan más puntos de vista. Los bolsos son exageradamente grandes, como el Timeless con su perfil de corte en bruto, u otros de formas envolventes y curvas, que se hacen aún más evidentes con el uso de piel de oveja, cueros brillantes, como se muestra en el Oboe, la construcción suave de la bolsa hobo. Las cadenas planas decorativas están adornadas en la solapa de la Kate, un pequeño bolso de hombro, y también se utilizan para reemplazar las correas de los hombros. Los mocasines de tacón grueso son bloques de colores brillantes, los zapatos de hombre de dos tonos se abrochan con hebillas, tienen forma de mocasines y suelas altas en las que aparecen los gominos. En la parte superior de los mocasines, la T marca y caracteriza. La misma atemporal T vuelve en cinturones y bolsos. Los zapatos puntiagudos con tacones de gatito en forma de cono son objetos de diseño puro.
El invierno, es un viaje en matices de elegancia que redefine la idea del buen gusto italiano, con un nuevo toque para la gran urbe.