El mejor amigo de la mujer

¿Amante de piezas emblemáticas? El diamante es la verdadera joya de la corona en cuanto a gemas se refiere, la más deseada y de la que se cuentan leyendas, algunas con nombre propio y que contienen más de una historia.

La joya de esta temporada y que es considerada como una inversión, está rodeada de misticismo desde su origen. ¿Sabes que es el material más duro que existe en el planeta, 58 veces más duro que cualquier otro en la naturaleza? El diamante se formó hace billones de años, por una combinación de tremenda presión y temperaturas de 1652º a 2372º F, en una profundidad de 90 a 120 millas debajo de la superficie terrestre. Única gema que nace a partir de un solo elemento, estos carbones transformados en rocas brillantes llegan a la superficie a través de erupciones volcánicas. De ahí parte su magia, que nos recuerda que a través de mucha presión y momentos sofocantes, algo brillante puede surgir; o que algo como un carbón siempre puede en realidad ser mirado como un diamante en bruto, que se transformará ante la presión y condiciones necesarias.

 

Piedras preciosas

Gracias al valor que les hemos dado y convertidos en seguramente algunos de los objetos más deseados en la tierra, hay diamantes con nombre propio, que cuentan una historia y que llevan leyendas de amor o de maldiciones, como el diamante Koh-i-Noor. Uno de los más grandes en el mundo, con un peso de 105.6 quilates es parte de las joyas de la corona inglesa, pero porque su historia se construye alrededor de muchas peleas para poseerlo, tiene fama de atraer mala suerte para quien lo lleva.

Otro diamante famoso es el Tiffany, de 128 quilates y de color amarillo y que lució Lady Gaga en los Óscares de 2019.

 

-El Hope es reconocido, con un peso de 45.52 quilates, de Golconda y que supuestamente perteneció a las joyas de María Antonieta.

Recuerda que los diamantes siempre son una inversión, aún en época de recesión. Kokoahh te sugiere conocer la línea de PAAR.