Antojo de mar

El Corazón del Mar se consolidó como el favorito de los vecinos de la Nápoles y sus alrededores, para después ganar terreno en los corazones del resto de los chilangos, con una carta que es un verdadero desfile de deliciosos platillos del Pacífico, del Golfo y de todo México.

 

En la céntrica Nápoles, a dos calles de la avenida Insurgentes, se encuentra el secreto mejor guardado de la oferta gastronómica de la Ciudad de México, el lugar donde tu estómago recibirá el mejor trato y tu corazón un apapacho.   Las recetas de los platillos más emblemáticas del país, reinterpretadas con un sazón inigualable, conforman una deliciosa y amplia carta para quienes buscan lo mejor de la cocina de mar en la CDMX.

 

Con una cocina indulgente, que exhibe en un mismo lugar las recetas de mariscos más codiciadas de todo el país, con un toque extra de sazón y perfeccionamiento inigualable, te espera con las puertas abiertas Arturo Moreno y su esposa Mary Arechavaleta, quienes son los encargados de hacerte sentir en casa.

 

  “Nuestra propuesta es transmitir lo mejor de la cocina del mar, con un toque especial, muy de nosotros, queremos que cuando lleguen a nuestras mesas éstas sean una extensión de su casa, que se deleiten con nuestros platillos y se sientan apapachados con nuestras bebidas y un gran servicio. Lo importante es que cuando abran el menú sepan que no hay antojo que no se les cumpla, ya que encontrarán desde la tradicional comida de puerto como cócteles, ceviches, aguachiles y ostiones, o para quien busca una versión de comida rápida tenga tacos, burritos, hamburguesas, empanadas. Incluso, para quien tenga paladar indulgente existe toda una propuesta gourmet donde los salmones, atunes, pulpo y camarones son las estrellas principales que sorprenderán al más exigente”, explica Arturo.

Gusto al paladar

Puedes iniciar con un buen caldo de camarón y las ya famosas pescadillas, tostadas con diversas proteínas del mar, un aguachile, un tiradito u ostiones, y de ahí pasar a un arroz o una pasta con sabores espectaculares, seguir con la cocina de sartén y disfrutar de platillos con técnicas que incluyen desde las brasas hasta las frituras profundas, marinados y mucho más. El pulpo de la casa; por ejemplo, se marina en salsas rojas, se pre-cocina en mantequilla y finalmente se lleva a un proceso de fritura para lograr suavidad al interior y un crunch en los tentáculos, para después bañarlo con salsas de la casa como pesto de tomate, chimichurri y la famosa macha. Si hablamos del toque chilango, habrá que probar obligadamente un aguachile de tamarindo y chile verde tatemado, con eso saborcito agripicante que te enganchará. Si acudes en fin de semana, existen platillos especiales que te cautivaran, un imperdible es sin duda la paella, el tuétano mar y tierra, el pozole de mariscos o cualquiera de sus molcajetes preparados, siempre con ese afán de consentirte.

En las entradas, explican los anfitriones, el resumen de las delicias de la carta puede estar en un surtido de tostadas, en los ostiones o las pescadillas, aunque será necesario ir más de una vez para conocer más y más de la carta, que se complementa en la mesa con una diversidad de salsas hechas en casa, desde las básicas mayonesa chipotle y mayonesa serrano, hasta las más complejas como salsa macha o salsas de diversos frutos con chile habanero.