Enero es un mes de volver a la estabilidad, tanto emocional como de la financiera. Es momento de ponernos al corriente con nuestras deudas, pagos y gastos del día a día; sin embargo, al ser un mes de ajustes existe la gran tendencia a que comentamos “pecados” financieros. ¿De cuál eres culpable?
- Pereza. Es el pecado financiero por excelencia, ya que nos da mucha flojera planificar nuestros gastos y hacer presupuestos. Es importante no caer en este mal porque debemos crearnos el hábito de describir nuestros ingresos y egresos mensuales para que los podamos distribuir de forma más ordenada y equitativa.Otro aspecto ligado a la pereza es el ahorro, tendemos a decir “la próxima quincena empiezo” y así nos vamos hasta diciembre sin lograr nada. Los expertos en finanzas personales como Dante Teytud, Director Comercial de Credifiel, recomiendan destinar a este rubro, el 10% de nuestras percepciones totales.
- Gula. Es imposible que dejemos de comer, de hecho, este rubro es de los más importantes de nuestras rutinas diarias; no obstante, solemos caer en la gula del antojo y es ahí cuando el café de la mañana, el agua del medio día y los chicles después de la comida generan gastos hormiga, los cuales representan el 16% de nuestro ingreso total, y la cartera se ve afectada. Una forma de combatir este mal financiero es también presupuestar “los antojos” y no excedernos de ese límite, lo mismo aplica para el uso de las tarjetas de crédito o débito.
- Ira. ¿Cómo llegas al final de la quincena? ¿Enojado por terminarla con el dinero justo? Sí respondiste que sí, entonces estás “pecando” de hacer corajes porque no has aprendido a medir tus finanzas y a ordenar tus estrategias para la gestión de tu dinero y formas parte del 47% de la población mexicana que tiene estrés financiero. Es importante que tomes cartas en el asunto y respires antes de actual por impulso, una vez calmado es bueno que consideres herramientas financieras, como un crédito, por ejemplo, para poder solventar los gastos que se te han presentado.
- Envidia. Este pecado es uno que muchos hemos puesto en práctica por el solo hecho de que alguien más tiene algo y terminamos comprándolo solo por esa razón y para no quedarnos atrás, ya que el 15% de los mexicanos hace compras impulsivas por imitar a otros. Lo más común es que no nos alcance para hacer compras elevadas, pero con tal de estar en tendencia efectuamos el gasto sin ver realmente de cuánto dinero disponemos. Te recomendamos no dejarte llevar y comprar cuando realmente sea necesario o una vez que lo hayas planificado.Avaricia. ¿Pensar en gastar tu dinero te causa nervios? ¿Te estresa la idea de invertir tu dinero? Estás pecando de avaricia y se propicia cuando acumulas efectivo y no quieres hacer más con él, además estudios científicos revelan que las personas que escatiman en dinero son más propensas a padecer estrés y ansiedad. Guardar el dinero no te va a generar nada productivo, por esta razón es funcional comenzar a pensar en inversiones, con las cuales puedes salir de algún endeudamiento, pensar en emprender un negocio o buscar uno donde puedas hacer un aporte financiero que te genere ganancias.
- Lujuria. Este desliz financiero se caracteriza por lo debilidad que sientes por “aprovechar” las mínimas ofertas, rebajas, descuentos o promociones, todas éstas te seducen al grado de llegar a realizar compras impulsivas, de hecho, el 77% de la población mexicana admite tener una deuda por estas “debilidades”. Antes de hacerlo mide tu cartera y contempla que hay cosas prioritarias.
- Soberbia. ¿Has llegado a pensar que vales por lo que tienes? Primero que nada, estás muy equivocado, porque lo más importante es lo que somos por el simple hecho de ser nosotros. Para evitar este pecado es muy necesario entender que no tener un producto no repercute en el valor personal y que por soberbia podemos caer en un endeudamiento que tampoco se verá “bonito” en nuestras finanzas personales, ya que solo el 15% de las personas en México ahorran de forma formal.
Estos pecados están a la orden del día y son más comunes de lo que imaginas; sin embargo, si ya detectaste que estás cayendo en ellos es una muy buena oportunidad para abrirte a nuevas herramientas, como lo puede ser educación financiera o incluso un crédito vía nómina, cualquier que sea tu opción siempre vas a poder acercarte a instituciones que puedan apoyarte.