La Asociación Mexicana de Farmacovigilancia (AMFV) fortalece acciones puntuales con Asociaciones de Latinoamérica, con el objetivo de que México sea considerado punta de referencia en materia de Farmacovigilancia y Tecnovigilancia en la región.
Actualmente, el QFI Josué Bautista Arteaga lidera la nueva mesa directiva integrada por expertos en Farmacovigilancia y Tecnovigilancia, provenientes de diferentes sectores clave en el país que estarán a cargo de las actividades para el periodo 2019-2021.
El equipo está integrado por el QFI. José Bautista Arteaga, presidente; M. en C. Cinthya Galicia Quintanar, vicepresidente; M. en C. Adrián Chávez Cerón, secretario general; Mtra. Verónica Hernández Santamaría, tesorera; Dra. Liliana Vargas Neri, Vocal 1 y MC. Sheila Aguilar Pereyra, vocal 2.
Con este grupo de trabajo, se planea realizar proyectos de valor que sean coincidentes y que den cobertura a todo el ciclo de vida de medicamentos, dispositivos médicos y otros insumos para la salud y su relación con el paciente, desde la etapa de investigación clínica, hasta su uso final para el restablecimiento de funciones fisiológicas, la cura de enfermedades o la prevención de éstas a través del uso racional por parte de los pacientes y profesionales de la salud, fomentando y promoviendo las mejores prácticas y estándares internacionales que han probado su utilidad y valor.
“Es un compromiso de todos, pacientes, profesionales de la salud, hospitales, Instituciones de Investigación Clínica, Industria y Autoridades Reguladoras el generar información de seguridad adecuada y de buena calidad que nos permita a través de un robusto sistema de farmacovigilancia y tecnovigilancia conjuntar información relevante que pueda usarse para ampliar el conocimiento que tenemos acerca de la seguridad de medicamentos y dispositivos con el objetivo de minimizar los riesgos asociados y optimizar su uso; estas acciones sin duda serán las bases preventivas de valor en el futuro de la salud en México”, señala el Químico Farmacéutico Industrial (QFI), Josué Bautista Arteaga.
“Es fundamental sensibilizar a profesionales de la salud en general y a la población usuaria de medicamentos, dispositivos médicos e insumos para la salud que su participación e involucramiento en el reporte de reacciones adversas conocidas y no conocidas de los medicamentos o problemas relacionados con dispositivos médicos es responsabilidad de todos y es trascendental para el fortalecimiento de la farmacovigilancia y tecnovigilancia en México”, expresó la M. en C. Cinthya Galicia Quintanar, vicepresidenta de la asociación.
La Organización Mundial de la Salud define la Farmacovigilancia como la ciencia y las actividades relativas a la detección, evaluación, comprensión y prevención de los efectos adversos de los medicamentos o cualquier otro problema relacionado con ellos. Se encarga de vigilar la seguridad, de los medicamentos alopáticos o biotecnológicos, de la mano de la Tecnovigilancia, actividad que se encarga de vigilar que los Dispositivos Médicos disponibles en el mercado funcionen de manera adecuada y en caso contrario, se tomen las acciones para corregir o disminuir la recurrencia de problemas relacionados a ellos; ambas áreas buscan difundir actividades dirigidas a minimizar riesgos relacionados al uso de medicamentos y dispositivos médicos a través de la difusión adecuada y oportuna de información.
Actualmente, en la AMFV participan actores de la industria farmacéutica, instituciones dedicadas a la investigación, instituciones de salud como hospitales o instancias sanitarias, constituido principalmente por farmacéuticos y médicos, todos ellos profesionales de salud, que son los encargados de las unidades de farmacovigilancia hospitalaria; y en la parte industrial -también profesionales de la salud- a cargo de las unidades de farmacovigilancia dentro de la industria.