Establece un patrón de alimentación con énfasis en vegetales

Llevar a cabo dietas variadas que ponderen alimentos de origen vegetal no solo tiene un impacto positivo en nuestra salud, sino también en el medio ambiente, Por ello, Unilever comparte con Kokoahh, cinco patrones de alimentación desarrollados por expertos en nutrición a nivel mundial, publicados en el ranking 2022, que promueven una ingesta adecuada de todos los grupos de alimentos, con un mayor énfasis en alimentos vegetales:

-Dieta mediterránea.- La dieta mediterránea puede ofrecer una serie de beneficios para la salud pues se ha demostrado que contribuye a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular y síndrome metabólico, por mencionar algunos. Es baja en carnes rojas, azúcar y grasas saturadas, mientras que pondera el consumo de frutas, verduras, nueces y otros alimentos saludables.

 

-Dieta DASH.- Ayuda a controlar o reducir el riesgo de presentar hipertensión al hacer hincapié en alimentos como frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y productos lácteos bajos en grasa, los cuales ofrecen un alto aporte de nutrientes que reducen la presión arterial, como el potasio, el calcio, las proteínas y la fibra.

 

-Dieta flexitariana.- Patrón vegetariano que se caracteriza por ser flexible al incluir el consumo moderado de carne, pues en algunas ocasiones puedes disfrutar de una hamburguesa o un bistec. Al comer más alimentos vegetales y menos carne, se sugiere que las personas pueden mejorar su salud en general, reduciendo la incidencia de enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer, por ejemplo.

-Dieta MIND.- Mezcla entre los patrones DASH y mediterránea, la cual se centra en alimentos que mejoran la salud del cerebro, lo que puede reducir el riesgo de deterioro mental, según la investigación inicial. Promueve el consumo de alimentos como verduras de hojas verdes, nueces, leguminosas y frutos rojos como fresas, frambuesas y zarzamoras.

 

-Dieta volumétrica.- Clasifica los alimentos en cuatro grupos dependiendo su densidad energética para preparar comidas más equilibradas, privilegiando aquellos alimentos de muy baja densidad (frutas y verduras sin almidón) y baja densidad (cereales, carnes bajas en grasa, legumbres), vigilando las porciones de densidad media (carne, queso, pan) y minimizando los de alta densidad (galletas, dulces, mantequilla).

Estos patrones de alimentación pueden ser una guía para adoptar cambios sencillos pero significativos que se adapten a los gustos, presupuesto y estilo de vida de cada uno con la intención de ser ejecutables y permanentes a largo plazo.