¿A dieta?

En la actualidad, más de la mitad de la población padece sobrepeso en 34 de los 36 países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y casi una de cuatro personas padece de obesidad. Las tasas medias de obesidad en adultos en los países miembros del organismo han aumentado desde el 21% al 24% desde 2010, lo que significa que en la actualidad hay 50 millones más de personas con obesidad.

Como se conoce, la obesidad y el sobrepeso se encuentran asociadas a enfermedades físicas y psicológicas; el exceso de peso puede estar relacionado a síntomas de ansiedad, depresión, malestar emocional, problemas en la imagen corporal, limitaciones en la calidad de vida y en las relaciones interpersonales a nivel familiar, social, laboral y académico.

Además, la alimentación poco saludable y la inactividad física son las principales causas no solo de la obesidad y el sobrepeso, si no de enfermedades crónico-degenerativas, las que son factores de riesgo para que las complicaciones por COVID-19 se presenten con mayor severidad. Por esto, es importante incentivar a las personas con sobrepeso y obesidad para que realicen modificaciones en su estilo de vida con el fin de evitar el desarrollo de patologías crónicas.

 

En régimen

Cuando una persona comienza a bajar de peso y a sentirse físicamente mejor, también percibe un cambio en su imagen corporal y en su calidad de vida, lo que repercute de manera positiva en su salud mental.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), apuntan que bajar de peso beneficia la salud física, nivel de energía, movilidad física, estado de ánimo general y autoestima, por lo que la terapia psicológica toma relevancia. Mary Ann Mosti, psicóloga clínica en el Centro de Nutrición & Obesidad del Centro Médico ABC, comenta que otro de los factores relevantes vinculado a las causas de la obesidad es el comer de acuerdo con el estado emocional, en el que se utiliza a la comida como regulador de las emociones.  “Los pacientes comentan que en ocasiones comen por ansiedad o cuando están tristes, deprimidos o aburridos. Hay quien se premia con comida, por ejemplo, si tuvo una jornada larga de trabajo y mucho estrés, puede ingerir en exceso alimentos altos en contenido calórico. Existen también otro tipo de trastornos alimenticios como el trastorno por atracón o el síndrome de comedor nocturno mismos que se deben atender porque pueden generar un exceso de peso”.

Explica que cuando la persona empieza a ganar peso afecta su imagen corporal en forma negativa, ya que, además puede ser complicado que encuentre ropa de su talla y a su gusto. Pero, al momento de perder peso, puede mejorar considerablemente este aspecto, así como cambiar su manera de vestir y comienza una nueva experiencia en su aspecto físico. Es importante considerar las expectativas respecto a la imagen corporal con la pérdida de peso, ya que con la obesidad la piel sufre cambios, por lo que será indispensable que el paciente realice ejercicio físico para preservar y mejorar la masa muscular, y en caso necesario, cuando exista exceso de piel, se puede recurrir a la cirugía plástica reconstructiva.

Y añade que siempre que se padezca de obesidad o sobrepeso es fundamental acudir con un equipo multidisciplinario certificado en obesidad, en el que “el apoyo psicológico le brinda al paciente herramientas y estrategias para el cambio de hábitos y de estilo de vida, el manejo de la ingesta emocional y la forma de entender y manejar sus emociones ante distintas situaciones.