Maridaje perfecto

Para un fin de semana nada como un match entre sabores del mar y un tequila ¿Se te antoja pasar una  tarde entre amigos comiendo rico? Date una vuelta a Mariola, para degustar algunos de los platillos estrella del restaurante mientras descubres las nuevas propuestas de la Casa Hornitos.  En fin de semana es ideal  para dejar un momento el estrés de la ciudad para sentirte en un ambiente relajado cuya decoración te remite al destino de playa más conocido por todos en México: Acapulco.

La chef Carolina Arriaga  será la anfitriona y te ofrecerá los platillos del restaurante

Mariola que son los más representativos del Pacífico, que son hechos con los ingredientes frescos de la temporada.  Puedes hacer una degustación empezando por un trío de pescadillas, platillo característico de Barra Vieja en Acapulco. Al probarlas, te imaginarás que estás  en ese bello puerto, incluso te sentirás un poco en la playa, en pleno corazón de la ciudad. El segundo tiempo puede ser un tiradito de atún con el que podrás sentir la frescura de este ingrediente mezclado con sabores cítricos  creando una explosión al paladar.

Para el tercer tiempo la chef te sorprenderá con una torre de mariscos en la que el principal ingrediente es el pulpo, que al mezclarse con el camarón, aguacate, cebolla morada y otros ingredientes logran un platillo nutritivo, delicioso e  interesante que juega con las texturas y el mix de diferentes sabores que encantan a más de uno. La sugerencia es que todo lo acompañes con dos tequilas de la Casa Hornitos, Hornitos Plata y Hornitos Cristalino.

 

Si eres fan del tequila, Hornitos cristalino se marida con el primer platillo, las pescadillas, las notas de cítricos maduros de esta bebida aporta frescura y el toque ácido al platillo.

El segundo y tercer tiempo se acompañan de Hornitos plata, un tequila joven, sin barrica que se destaca por sus notas frescas de agave y vainilla, la bebida perfecta para acompañar propuestas gastronómicas frías como ceviches.  ¿Te animas a ir a Mariola? Está en Río Lerma 130, en la colonia Cuauhtémoc en la Ciudad de México.