Puedes pensar que no hablar o reconocer el estrés hará que desaparezca. Pero resulta que es lo contrario, y contener el estrés no solo puede exacerbar los sentimientos estresantes, sino que también puede tener un impacto negativo en tu salud. “Nuestros cuerpos continúan aferrándose a los sentimientos y emociones que no liberamos”, comenta Morgan Goulet, terapeuta matrimonial y familiar con licencia con sede en California. «El estrés prolongado es particularmente dañino para el cuerpo».
Por ejemplo, cuando estás lidiando con un estrés prolongado, puedes poner tu cuerpo en un estado crónico de lucha, miedo o congelación, lo que puede obstaculizar su capacidad para concentrarse y hacer las cosas. “Mantener nuestra lucha / huida / congelación constantemente activada y comprometida es similar a tener una alarma constante en tu casa; dejándonos siempre al límite, con miedo y preocupación, e incapaces de pensar con claridad o lógica para completar con éxito las tareas y responsabilidades del día a día”, indica Amanda Kostura, trabajadora social independiente con licencia y fundadora de Carve Your Own Path, una empresa de salud mental práctica en Akron, OH.
No querer o no poder hablar honestamente sobre el estrés también puede aislarte de las personas que te rodean y evitar que obtengas el apoyo que necesitas para manejar tus sentimientos abrumadores y llegar a un lugar mejor, más saludable y menos estresante. «Si no dejamos que la gente sepa cómo nos sentimos realmente, no podremos obtener el apoyo o la ayuda que podamos necesitar», añade Goulet.
«Hablar abiertamente sobre nuestro estrés, incluso si es simplemente decirle a alguien que nos sentimos estresados o abrumados, proporciona una base para que sepan que estamos luchando y que podemos necesitar apoyo o flexibilidad por el momento», indica Goulet.
“A veces, cuando se reprimen, las personas pueden evitar lidiar con los impactos muy reales del estrés”, comenta Kelly Keck, consejera de salud mental con licencia con sede en Nueva York. «Darles espacio a esas emociones y hacerlas ‘reales’ puede permitir que alguien realmente comience a superar ese estrés».
Elevando el ánimo
Hablar honestamente sobre el estrés puede hacerte una persona más feliz y saludable. Pero si estás acostumbrado a actuar como si todo estuviera bien, La idea de abrirte sobre tu estrés puede hacerte sentir, irónicamente, aún más estresada. Una vez que hayas descubierto con quién te sientes cómoda hablando, comienza compartiendo una situación estresante o con lo que estás lidiando, y sé lo más abierta posible sobre los detalles.
Pero, si no tienes a nadie con quien te sientas cómoda hablando honestamente sobre el estrés, también puedes buscar ayuda profesional; un terapeuta o un profesional de la salud mental capacitado puede ser un gran recurso para escucharte, ayudarte a superar tus sentimientos de estrés y encontrar soluciones que te ayuden a lidiar mejor con los sentimientos y experiencias estresantes.
Otra opción que puedes tener es utilizando la tecnología a tu favor, puedes apoyarte con el smartwatch Fitbit Sense, que es un dispositivo de salud avanzado que te ayuda a sincronizar tu cuerpo gracias a sus herramientas de control de estrés, salud cardiaca, Sp02 y temperatura cutánea, así podrás llevar un registro de en qué nivel se encuentra tu estrés y poder trabajar para mejorarlo. Adicional, con la aplicación de Fitbit Premium puedes ingresar a sesiones de meditación enfocadas en controlar el estrés, dormir bien, etc y posteriormente puedes revisar tus métricas para conocer cómo vas mejorando tu salud, calidad de sueño y cómo comienzas a ver beneficios en tu puntuación del estrés.
El estrés es parte de la vida. Pero hablar abierta y honestamente sobre él es el primer paso para manejarlo, procesarlo y llegar a un lugar mejor.