La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune que afecta el cerebro y la médula espinal, los cuales controlan todas las funciones corporales, de ahí que en muchos casos puede generar algún tipo de discapacidad. Recientemente se conmemoró el Día Internacional de la Esclerosis Múltiple, con el fin de generar conciencia en el público sobre esta afección, mientras que la comunidad médica comparte experiencias y alternativas para tratarla.
Con ella, el sistema nervioso central, formado por el cerebro, la médula espinal y los nervios ópticos, es el que se ve afectado. De acuerdo con el Atlas de la Esclerosis Múltiple (2020), 2.8 millones de personas, es decir, 1 de cada 3 mil personas, viven en el mundo con esta enfermedad. En México existen de 15 a 18 casos de esclerosis múltiple (EM) por cada 100 mil habitantes, es decir, hay más de 20 mil casos en todo el país.
La esclerosis múltiple afecta más a las mujeres que a los hombres. Suele comenzar entre los 20 y los 40 años, pero en el mundo hay por lo menos 30 mil personas menores de 18 años que viven con la enfermedad. En muchos países, es la principal causa de discapacidad neurológica no traumática en adultos jóvenes.
La enfermedad daña la vaina de mielina, el material que protege los nervios, como si fuera el revestimiento de un cable eléctrico. La pérdida de mielina (desmielinización) va acompañada de una alteración de la capacidad de los nervios para conducir los impulsos eléctricos desde y hacia el cerebro. Esto provoca una serie de síntomas, entre ellos: visión borrosa, debilidad muscular, sensación de entumecimiento, picazón o pinchazos, mareos y fatiga, problemas de coordinación y equilibrio, así como de pensamiento y memoria, entre otros.
Factor clave
Los síntomas del padecimiento varían mucho en cada persona. En algunas se caracteriza por periodos de recaída y remisión, mientras que en otras se manifiesta de forma progresiva, por ello la esclerosis múltiple hace que la vida sea impredecible. Se desconoce su causa exacta. Es muy probable que sea el resultado de factores genéticos y ambientales. Una serie de virus también han sido vinculados a esta enfermedad.
No existe una prueba específica para detectarla. Los profesionales utilizan la historia clínica, un examen físico, pruebas neurológicas, resonancia magnética y otros métodos para diagnosticarla. No tiene cura, pero las medicinas pueden hacer más lento el proceso y ayudar a controlar los síntomas. La fisioterapia y la terapia ocupacional también pueden ayudar.
Si la enfermedad no se maneja adecuadamente puede tener consecuencias importantes en la calidad de vida de los pacientes, sus familiares y amigos. En general, la enfermedad es leve, pero algunas personas pierden la capacidad para escribir, hablar o caminar. El neurólogo es el especialista que hay que consultar para el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad.
Recurre a neurólogos, fisioterapeutas y otros profesionales certificados a quienes contactar para consultas presenciales o en línea, o bien, preguntarles sus dudas sobre la esclerosis múltiple o cualquier otro padecimiento, haciendo la experiencia de salud más humana. Kokoahh te recomienda que visites la plataforma Doctoralia.