En México, en la fiesta de la Epifanía el 6 de enero se acostumbra compartir la Rosca de Reyes. Quienes encuentran al niño Jesús en su rebanada, se convierten en padrinos y tienen que ofrendar tamales el 2 de febrero, día en que Jesús fue presentado en el templo.
Degustar tamales en esta fecha es un gusto gastronómico que demanda bebidas de igual o mayor complejidad aromática, gustativa y táctil como el vino.
Vinícola El Cielo recomienda a Kokoahh los siguientes maridajes con vinos mexicanos para los clásicos tamales presentes en todos los estados de la República:
-Los tamales oaxaqueños o tamales de mole maridan perfecto con Perseus, con uvas Nebbiolo y Sangiovese, posee notas a tierra mojada, trufa, frutas rojas y negras; su carácter frutal y especiado lo convierte en un vino de gran estructura, redondo en boca y con larga permanencia. Otra opción es Sirius, Nebbiolo y Malbec, este vino tiene un equilibrio perfecto entre alcohol, acidez y astringencia, con un final prolongado.
-Para los tamales de rajas armoniza el vino blanco, G&G by Ginasommelier Sauvignon Blanc. En su intensidad aromática destacan las notas de manzana y flores blancas, mantequilla, café tostado y aromas de vainilla. La elegancia del vino debido a su fermentación parcial en madera será el perfecto acompañante de la untuosidad del platillo.
-Los tamales verdes maridan muy bien con Cassiopea, Sauvignon Blanc, con agradable carácter frutal donde predominan notas cítricas, con gran equilibrio entre sus componentes y con final medio largo. La nota fresca del vino es el eje conductor de la armonización con la acidez de la salsa verde.
Los tamales de dulce ya sean de piña o fresa en armonía con el Champagne Piper-Heidsieck Cuvée Sublime, la frescura del champagne contribuye al balance de la grasa de los tamales y ensamblarán deliciosamente entre el toque dulce del tamal y del Champagne.