Por esa razón, este mes Veuve Clicquot Rosé te invita a compartir y revivir todos aquellos momentos que hacen del amor una celebración única. Siendo un idioma universal, el amor al paso de los años se ha interpretado en un sin fin de maneras y se ha convertido en algo más que una simple palabra.
Fue ese mismo amor y empoderamiento lo que llevó a Madame Clicquot, ‘La Gran Dame’, una mujer progresista y apasionada del champagne a revolucionar y reinventar el champagne rosado con Veuve Clicquot Rosé. Una expresión generosa, luminosa, elegante e intensa con un inigualable savoir-faire, una mezcla excepcional de frutos rojos y un largo final que se obtiene gracias a la delicadeza del Chardonnay y el toque de Meunier, la metáfora perfecta del amor. Un amor que va más allá de las barricas, que nace de la tierra y se comparte con el mundo.
Para Madame Clicquot, el amor es universal y no debe celebrarse solo en pareja; debe celebrarse con uno mismo, con amigos, con familia y con todas aquellas personas que nos rodean.
Este 14 de febrero, regresemos a las raíces del amor, el propio; un sentimiento que sin duda es la base de todo, es el fruto que permite vincularse a otras personas. Veuve Clicquot Rosé te invita a que juntos compartamos esa emoción en todas sus formas y expresiones.