¿Qué pesa más en una relación? El instinto puede abrir las puertas a nuevas experiencias.
Tiempos de apertura, de permitir que se experimente, sin el juicio aprendido de otras generaciones. Pareciera más fácil establecer contactos interpersonales, de amistad, de pareja hasta que se descubre que no siempre lo ideal es posible, porque el instinto siempre responde a la intensidad, y no con todos se vive de igual forma y en el juego, el riesgo de estar fuera, se mide a pulso. En una relación, uno siempre quiere más, uno puede querer menos o desear de más. ¿Suena conocido? Lo mismo en una pareja o en una comuna amatoria.
Ante el planteamiento de establecer una relación de trío, una interacción poliamorosa, acorde a los tiempos de hoy, llega a El Foro Lucerna la obra MMF que devela el desarrollo amoroso de Daniel, Julia y Miguel, que por el ejercicio del deseo, se mantienen bajo la expectativa de la novedad, de la apertura y la atracción. Aparentemente todo es miel de hojuelas, al principio. El noviazgo de la novedad se apetece eterno. Uno seduce a los otros, ella acepta la propuesta del objeto del deseo, su pareja. El tercero, se presta a ser parte del juego pero en ello, le puede ir la seguridad al perder la razón por el que no tienen conciencia al provocar. Y en un juego de deseo, un bisexual indeciso, infantil, seductor y en momentos, encantador, detona el conflicto en escena de la forma más lúdica, con su sonrisa y su forma. Él tiene la batuta sin saberlo y puede ser un arma mortal que aniquile los sentimientos de los otros. Una por fiel, el otro, por aventurero.
Después de casi dos años de estar juntos, la relación poliamorosa llega a su fin, obligándolos a afrontar las consecuencias de una relación no tradicional, pero llena de amor. Cualquier persona que ha atravesado por un enamoramiento, podría reconocerse en esta obra que explora el amor, el deseo, el apego. ¿Acaso entiendes la diferencia?
Entre instintos
El texto de David L. Kimple se plantea bajo la dirección de Valeria Fabbri, con una ejecución acertada de los espacios y las dimensiones de la complicidad y cercanía de los personajes. Creando diferentes atmósfera, el departamento se convierte en todo y uno, en los que un eficiente cuadro de actores, seducen a partir de su ejecución histriónica en una danza de intenciones que provocan a los espectadores, quienes como niños maliciosos, observan a eros en la trama. Axel Arenas comparte escena con Fernanda Mijares-Bracho y Patricio Jose, para vivir una relación fuera de los preceptos de la monogamia, en la que se ejecuta otra forma de comunicar y relacionarse a partir del instinto, aunque pueda ser o no, el aliado para salir avante de una relación poliamorosa. ¿Será que el amor no traicione la ruta ideal de vivir el deseo compartido sin tener apegos? El desenlace descúbrelo en el Foro Lucerna, de viernes a domingo hasta el 17 de julio. Atrévete a ser cómplice de ellos.